Respondiendo al mandato de Nuestro Señor Jesucristo, asumimos nuestra misión de bautizados con opción preferencial por los pobres y sufrientes.
Evangelizar, humanizar, promover la vida, y defenderla desde la concepción hasta la muerte natural, es nuestra tarea cotidiana.
Nuestra visión está guiada por la luz de Cristo que nos lleva a contribuir a la renovación Integral de la Iglesia que es Una, Santa, católica y Apostólica, según el modelo de las primeras comunidades cristianas. Y favorecer a la unión real y concreta las organizaciones eclesiales cristianas en una sola Iglesia Católica Apostólica, tal como Cristo la fundó.
Nuestros valores son las Bienaventuranzas que Jesucristo los legó en el Sermón de la montaña.